Elena Contreras Abengoechea B1E
Soy humano, por lo que abundan en mí los defectos. El que más me remueve podría ser mi disciplina en ocasiones, aunque he trabajado bastante para tratar de remediarlo, sigo inmerso en este proceso progresivo, no he tirado la toalla ni lo haré, no pasaré la bola al otro lado de la cancha para tratar de evitar lo que más tarde va a volver hacia mí, es una pelea constante en la que no puedo relajarme ni un momento, aunque trato de disfrutar al máximo cada etapa de mi vida ya que es única e irrepetible. Una gran virtud que me pertenece es saber diferenciar en qué momento o en qué etapa de mi vida estoy y realizar cosas propias a ese tiempo sin adelantar ni retrasar acontecimientos, al fin y al cabo cada momento y cada experiencia llega a nuestra vida en algún momento igual que lo hace la bola a nuestro lado de la cancha, con esfuerzo y trabajo estoy seguro de que saldré victorioso y todo se resolverá con éxito.
En cuanto a mis relaciones sociales, suelo ser agrio con la gente o al menos esa es la impresión que doy; pelearemos también para tratar de remediarlo. Cuando la gente me conoce más a fondo descubren que soy cercano, doy ese punto de alegría que es prescindible, pero una vez que se prueba no hay marcha atrás. Siempre estoy dispuesto a ayudar si alguien me necesita, a veces incluso estoy más pendiente de prestar ayuda a quien me lo pide que a mis propios problemas. Siempre arroparé el cuello de quien me lo pida aunque el mío quede desnudo, me gusta pasar desapercibido entre la gente que no me conoce y pensar sobre mí; siempre trato de sacar tiempo para mí. El tiempo es oro.
Marcos Martínez Martínez. B1E
Aunque mi nombre contiene una letra muda, ya os digo que hablaba antes de andar, y que con el paso del tiempo, lo de reportera se me queda corto, voy camino de la licenciatura. Huyo de conflictos pero tuve una tocaya en el pasado que provocó uno. La navidad va en mi ADN. Desde pequeña cantaba, las canciones de princesas eran la especialidad de la casa, supongo que de ahí sale mi vocación por la música. Tengo el “sonríele a la vida” como lema y lo pongo en práctica a diario. No soy andaluza pero… ¡ayyy… cómo me tira el arte de esa tierra! Si alguna vez me pierdo, buscadme donde haya tacones y rímel. Mi villancico favorito es “El tamborilero”. ¡¿Os cuento un chiste?!... ¡es buenísimo! Mi tándem perfecto es mi familia y amigos. Pobre de vosotros si me invitáis alguna vez a comer y no hay coulant. Os pondré en la lista negra, esa no la perdono. La cámara de fotos es mi mejor aliada. Lo normal es contar hacia adelante, yo me quedo con la cuenta atrás.
Helena Alemán Navarro B1E
Si tuviese que describirme en una sola palabra, probablemente sería perfeccionista. Soy tremendamente detallista y exigente, ya sea con mis propias acciones o con las de los demás, lo cual me ha llevado a tener una mala fama de mandona y, pese a que es también el rasgo que más intento mejorar, es seguramente el que más me cueste. No puedo negar cuando la gente piensa que soy extraña, aunque yo no me considero así, simplemente poseo algunas costumbres algo pintorescas, como, por ejemplo:
No tengo duda alguna en salir tranquilamente por la puerta o alejarme del grupo de vez en cuando y darme un paseo, preferentemente escuchando música o incluso leyendo, para abstenerme de la realidad por unos minutos. Ese tiempo realmente lo necesito a veces y considero que, haciéndolo, evito perder los nervios y me pone de buen humor. Simplemente hay ocasiones en las que necesito un tiempo para mí.
Otra costumbre que mi entorno suele encontrar extraña, e incluso nos reímos por ello, es el factor del termostato averiado en mis pies. Siempre los tengo destemplados y, por ello, siempre, ya sea invierno, primavera o incluso pleno verano con chanclas, llevo calcetines. No hay día en el año que duerma sin ellos.
En lo que se refiere a hobbies y pasatiempos, soy de gustos bastante más comunes. No tengo el paladar super exquisito para la comida de mi padre, en eso me considero más bien básica (con unos gusanitos de euro de cualquier supermercado y un vaso de leche soy feliz), pero sí su pasión por la literatura. Puedo pasarme horas leyendo si un libro me tiene “enganchada”. Mi otra gran pasión es el cine en general, ya sean películas o series, y creo que en lo que a ello respecta, soy bastante abierta respecto a los estilos, aunque si tuviese que elegir mis favoritos, probablemente serían fantasía, aventura y series policiacas.
Por último, en lo que respecta al deporte, se podría decir que soy bastante activa. Me gustan casi todos, en especial los de equipo, y disfruto bastante jugarlos. De hecho, si el juego está reñido, puedo volverme incluso demasiado competitiva, algo que, por supuesto intento evitar, pero que a la vez le da más vida al juego.
Annia Rodríguez Sánchez B1E
Es curioso que el alma entera de un ser humano pueda englobarse en apenas dos palabras. ¿Quién soy? Es el título que hasta ahora mis dedos han sido capaces de teclear. Lo contemplo dubitativo sobre el respaldo de mi silla. Parece insignificante en medio de tanta blancura. ¿Quién soy? Le pregunto suplicante. ¿Quién eres? Me responde. Cuando el habla me falla recurro a la escritura, pero una simple pregunta me ha cortado la lengua y ha derramado la tinta de mi tintero. Mi corazón conoce la respuesta, pero no sabe decirla y tampoco escribirla. Quizá es porque todo aquello cuanto soy y siento va más allá de las palabras. Quizá la clave está en dejar que el trazo de mi lápiz fluya sobre el papel en lugar de obligarlo a seguir líneas rectas y horizontales, porque no puedo definir lo que soy, con todos sus matices distintos y únicos, si no abandono la simpleza de lo monótono. Esta amplia paleta de formas de expresarme solo la encuentro en el arte y en la música. Una misma melodía puede hacer sentir emociones distintas cada vez que se escucha o se interpreta, porque, aun siendo siempre las mismas notas, nunca se vuelve a escuchar o tocar de la misma forma. La música, la pintura, la fotografía, el cine, la literatura. Todo ello me permite plasmar mi visión particular del universo en un dibujo, una obra, una pregunta. ¿Quién soy? Soy el Romanticismo de Chopin, soy la libertad ansiada de un pájaro enjaulado, soy el cariño que un abuelo siente hacia sus nietos, soy un garabato hecho con los ojos cerrados, soy aquel que cree más en la realidad que imagina que en la que ve con sus propios ojos.
Hugo Ruiz Arenas B1E
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